domingo, 31 de marzo de 2019

❤️Información sobre el cuerpo de  una Reina💃🏼💃🏼

1. Una vagina saludable tiene ph ácido.
Tiene un olor y me gusta el ácido
La vagina tiene olor.
La vagina sin olor no existe!

2. Todas las vulvas son diferentes.
La vulva es la parte externa del órgano, donde quedan los grandes y pequeños labios.
La vulva de prácticamente ninguna mujer, por no decir de ninguna, tiene labios minúsculos perfectamente simétricos.
Los labios desarrollados son características de todas las mujeres adultas, no tienes que avergonzarse de los tuyos.

3. Además de labios vaginales desarrollados toda la mujer adulta tiene vellos.
Vellos en las piernas, vellos en las axilas, vellos púbicos, vellos u oscurecimiento en los pezones.
Voy a repetir porque hay mucha gente que todavía se preocupa por esto:
Las mujeres adultas tienen vellos....!

4. Los vellos no son asquerosos ni anti-Higiénicos.
Tienen varias funciones como protección física y protección térmica.
Si algo es anti-HIGIENICO ES LA DEPILACIÓN.
En la depilación (sea con cera o afeitadora) usted agrede la piel, causando micro lesiones.
No es por casualidad que duele, no es por casualidad que se hincha, se pone rojo y a menudo sangra Cuando te depila es más vulnerable a enfermedades e infecciones, tanto por quitar el pelo que es una protección, como por herir la piel dejándola más sensible.
La depilación también puede cambiar su flora vaginal, que está compuesta por diversas bacterias que trabajan con el fin de mantener la región sana, con la depilación también corre el riesgo de alergias en la piel y de vellos enterrados, que pueden infectar.

5. Es normal que tengas un seno más grande que el otro. Así como hay varios tipos de vulvas hay varios tipos de senos.

6. Todas las mujeres tienen secreción vaginal. Todas. Es normal.
Tener manchas de secreción en el calzón es normal, no tiene nada de asqueroso o anti-HIGIENICO
La secreción saludable tiene el olor ácido típico de la vagina y es transparente \ blanquecino.
De acuerdo con la transparencia y liquidez de su moco vaginal puede incluso tener la noción si está fértil o no.

7. Los fabricantes de calzones y pantaletas no entienden la anatomía femenina.
Los calzones tienen una parte de algodón que es un refuerzo (precisamente porque tenemos estos derrumbamientos naturales).
Resulta que para la mayoría de las mujeres este refuerzo está en el lugar equivocado y el secreción termina por manchar más allá del refuerzo.

8. Las mujeres tienen celulitis.
El 99 % de las mujeres tienen celulitis
La celulitis no es una enfermedad.

9. Las mujeres tienen póros.
Esa piel de photoshop. No existe.
Los póros tampoco son un problema de salud y sí una cuestión estética.
Tapar los poros con maquillaje puede causar problemas.

10. Las mujeres envejecen.
El envejecimiento tampoco es una enfermedad, es un proceso natural por el cual todos los seres vivos pasan.
Las marcas de expresión facial tampoco son enfermedades y ocurren porque las mujeres se expresan, marcas de la vida dejada por los sentimientos: líneas de llorar, de sonreír, de sentir....)

11. Usted puede pensar que el clitoris es pequeño, pero en realidad se extiende por la parte interna, teniendo en promedio 9 centímetros.

12. La Vulva, así como el pene, aumenta de tamaño cuando excito, por el aumento de flujo sanguíneo.

13. La candidiasis, enfermedad genital que puede ocurrir en los hombres y las mujeres, no es necesariamente una ets, siendo causada por el aumento de cantidad de un hongo que tenemos naturalmente
Este aumento puede ocurrir por varios motivos como por ejemplo el uso de antibióticos por tiempo largo y baja inmunidad.

14. Las mujeres, así como los hombres, pueden expulsar una gran cantidad de líquido durante el sexo.
No es orinar amiga y no tiene nada de malo!

15. los orificios de la vagina y la uretra (por donde sale el pipí) son diferentes. La uretra no debe ser penetrada.

16. Flatos (o "pedos") vaginales son normales. Pueden ocurrir durante el sexo o en intenso ejercicio físico, y es causado por la entrada de aire en la vagina

17. Sentir dolor durante el sexo no es normal.
Las mujeres no son muñecas inflables no se quedan cómodas en todas las posiciones y no están obligadas a sentir dolor porque para el otro está siendo agradable.
Si determinada posición es incómoda para usted, no lo haga!
Si la penetración o ciertos tipos de penetración son incómodos para usted: no lo haga!
El sexo no es sólo penetración, es muy diferente de lo que la mayoría de los hombres piensan.
Si sientes dolor o incomodidad, informa a tu pareja y pide que detenga.
Si la persona no se detiene o se queja, que salga de escena.

18. orinar después de tener relaciones sexuales! Esto ayuda a prevenir infecciones urinarias.

19. La vagina tiene músculos, puedes fortalece haciendo ejercicios como kegel y pompoir, que también ayudan a prevenir infecciones urinarias y nos ayudan a conocer y tener mayor control sobre esa parte del cuerpo.

20. Tener la primera relación sexual es una cosa, tener el himen roto es otra. Usted no "pierde la virginidad" usando el “B”.

21. No se lave por dentro, no use ducha vaginal.
Nuestro cuerpo es muy inteligente y una de las funciones de las secreciones vaginales ya es limpiar y retirar células muertas, lavar externamente es suficiente y de esa manera no vas a molestar a tu flora vaginal
Usted tampoco necesita un jabón muy caro específico para genitales femeninos, no tiene nada mejor que un jabón de glicerina sin olor (cuanto menos cosas tenga en el jabón tipo colorantes y tal, mejor! ).

No uses toallas sanitarias o papel higiénico con olores o aromas.
Y USA siempre bragas o calzones blancos 100% algodón.

Conoce tu cuerpo. Ama tu cuerpo...!💋

¡Amemonos Mujeres hermosas!

Catalana Carrasco.


Princesa Feliz, adquiriendo sabiduría día a día.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Me encontré esa flor y te la quiero regalar
Cortada del jardín de mi interior
Para que la cuides y la riegues por favor
Con gotitas de amor
Tiene unas espinas pero es lindo su color
Y uno que otro pétalo perdió
Le gustan los abrazos y bañarse bajo el sol
Con gotitas de amor
Tengo que decirte que te amo
Quiero que florezca nuestro amor
Y crezca esa florecita de tu mano
En la tierrita de tu corazón
Y lluevan gotitas de amor
Y lluevan gotitas de amor
Esa macetita a mí me gusta pa' mi flor
Contigo no le faltara calor
En ningún jardín habrá otra flor con más color
Y gotitas de amor
Tengo que decirte que te amo
Quiero que florezca nuestro amor
Y crezca esa florecita de tu mano
En la tierrita de tu corazón
Y lluevan gotitas de amor
Gotitas de amor
Tengo que decirte que te amo
Quiero que florezca nuestro amor
Y crezca esa florecita de tu mano
En la tierrita de tu corazón
Y lluevan gotitas de amor
Y lluevan gotitas de amor
Y lluevan gotitas de amor

lunes, 18 de marzo de 2019

Con pequeñas mentiras, se pierden grandes amores.

Particularmente soy partidaria de la verdad, de la honestidad, de la sinceridad, con todas las consecuencias que esto pueda generar. La relaciones se soportan en la confianza y esta a su vez está directamente proporcionada a la sensación de seguridad que tenemos sobre alguna persona, cuánto valor tiene su palabra, qué podemos esperar de ella.

También es cierto que no toda verdad debe ser gritada a los cuatros vientos, hay verdades que no son necesario decirlas y que esto no tiene por qué afectar a nadie.

Hay información que solos nos pertenece a nosotros y sin pretensiones de mentir o engañar, podemos reservarla para nosotros, bien sea porque se trata de nuestros secretos, porque aun siendo verdad, no contribuye, no suma, sino que por el contrario resta y solo hace sentir mal a quien la escuche o sencillamente porque no resulte de interés para la otra persona.

Cuando se miente y esta mentira, como casi siempre pasa, sale a la luz, hay algo que se quiebra, que se estalla, la persona que ha sido víctima del engaño, así se trate de algo minúsculo, sencillamente pierde la confianza, se pone en duda desde lo más pequeño, hasta lo más grande, incluyendo las palabras más hermosas, los amores más intensos.

De alguna manera todo lo que hasta el momento en que la mentira es descubierta, que era tan real, puede verse tan borroso, tan efímero… tan falso.

La confianza que te tenia se desmoronó.

Y puede ser que solo se trate de esa puntual y pequeña mentira, que todo lo demás esté cargado de solidez, de verdad, de honestidad, pero ese “puede ser” carcome el alma. Es la duda la que pasa a ocupar predominantemente los espacios ocupados previamente por amor, por confianza.

Comienzan las interrogantes, las preguntas retóricas: Por qué? Qué necesidad habría? Qué habrá detrás de esta pequeña mentira? Nadie miente por mentir… Cuál es la intención? Cómo no lo importó lo que yo pudiese pensar y sentir?.
Si ha dicho esto siendo mentira, aquello también ha de ser mentira? En fin, la duda, la desconfianza, la pérdida del valor de la palabra de quien se ama, una vez que despiertan es muy difícil ponerlos a dormir nuevamente.

Lo más saludable para todas las personas involucradas es la verdad, la honestidad, darle toda la información a alguien para que pueda decidir con propiedad. Sí la verdad a veces puede doler, pero descubrir una mentira duele el doble y magnifica el hecho que en principio se quiso ocultar.

Trabajemos en no perder nuestros afectos, partiendo desde el punto de no hacer algo que nos exponga a utilizar como recurso la mentira, pero en caso de presentarse dicha situación, optar siempre por ser honestos, asumir las consecuencias y no sumar agravantes que nos alejen de nuestros grandes amores.

Atte.

Nimbe

viernes, 15 de marzo de 2019

El hombre que yo amo me dio las alas para volar.

Un hombre maduro te va a amar de pies hasta la última estría y arruga que vaya apareciendo en tu cuerpo.
Jamás sentirá pena por tu estatura o por tus defectos y nunca te juzgará por tu pasado.
Un hombre de verdad te querrá todos los días, incluso en aquellos días del mes en los que ni tú misma te aguantas.
Ese hombre de verdad va a creer en tu libertad, amará tus ocurrencias, tus metas, ambiciones, y cada detalle que hace “perfecta” a una mujer.
Nunca querrá cambiar nada de ti, simplemente te ayudará a crecer, te ayudará a que tengas sed de ser mejor que ayer.
Porque un hombre maduro no cambia, un hombre maduro ayuda a crecer y evolucionar.
Un hombre maduro te da alas, no te las corta.
Te da la mano cuando estás en el suelo, el hombro para que llores cuando ya no aguantes más, sus brazos cuando no te sientes segura, y su calor cuando sientas frío.

lunes, 4 de marzo de 2019

Amar es cuidar: así de simple, así de profundo 

Amar es cuidar. No hay amor que se base en el descuido. De hecho, no hay nada que caracterice más el pensamiento de una enamorado que el de cuidar.

Amar es cuidar. Es simple, no hay amor que se base en el descuido. De hecho, no hay nada que caracterice más el pensamiento de una enamorado que el de cuidar a su pareja. Hacerlo significa mantener los pequeños detalles, valorar a quien tenemos al lado y hacerle sentir especial, escuchado y amado.

Puede parecernos muy obvio, pero la realidad es que lo primero que solemos abandonar es precisamente eso: el cuidado. Conocemos a la perfección la teoría, sabemos que hay que conquistar cada día o que debemos mantener la atención sobre nuestra pareja o la persona a la que queremos.

Sin embargo a la hora de llevar a la práctica esta costumbre del cuidado diario solemos pecar de desinterés y acabamos por dañar nuestra relación con actitudes de indiferencia o de procrastinación, es decir, de postergación de los pequeños detalles.

Amar es cuidar y regar el amor todos los días, para que este no se marchite y no termine muriendo a causa de la pereza y la postergación de detalles

El amor durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras.

A veces hacemos con el amor lo mismo que un niño con su globo. Es decir, a veces ignoramos lo que tenemos para luego llorar por lo que perdemos. Es de sobra conocida esa expresión hecha de “no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos”.

Si no nos empeñamos en cuidar de nuestras relaciones nos arriesgamos a que se pierda la ilusión y las ganas de mantener un afecto o un vínculo que, suponemos, nos hace felices. Pensamos que nuestra pareja o las personas que nos rodean tienen la obligación de esperarnos, de aguantarnos o de comprendernos ante todo.

Pero la verdad es que podemos tolerar todo excepto que nuestras necesidades se encuentren en jaque. Con esta idea acabamos sometiendo y sometiéndonos, creando o alimentando círculos viciosos insanos que deterioran los sentimientos que debían haber sido cuidados.

“Al final te das cuenta que lo pequeño siempre es más importante. Las conversaciones a las tres de la mañana, las sonrisas espontáneas, las fotos desastrosas que te hacen reír a carcajadas, los poemas de diez palabras que te sacan una lágrima. Los libros que nadie más conoce y se vuelven tus favoritos, una flor que te pones en el cabello, un café que te tomas solo… Eso es lo que verdaderamente vale la pena; las cosas diminutas que causan emociones gigantescas”

Las excusas que alimentan la dejadez.

Solemos excusarnos en el poco tiempo que tenemos, pero lo cierto es que lo que deteriora muchas veces nuestras relaciones es la inercia, los hábitos y la costumbre; es decir, la rutina. Así, lo que a priori no tendría por qué ser negativo si lo manejamos adecuadamente, acaba siendo destructor.

¿Cómo dejamos de cuidar a quienes queremos? No alimentando las sonrisas diarias, tapándonos los ojos y dejando de percibir la reciprocidad. Esto acaba menoscabando la luz que el amor aportaba a nuestra vida y todo se vuelve mucho más superficial. Así nos olvidamos de que amar es cuidar.

Entonces se apaga lo que alimentaba “lo especial”, dejamos de sentirnos amados y parte de nuestra relación comienza a fracasar. Así, la ausencia de muestras de interés y de gratitud acaban generando dudas en una pareja y la unión se vuelve desunión.

No hay amores eternos, hay amores bien cuidados.

No hay receta universal para que proteger nuestro amor, pero sí que podemos poner nuestro empeño en que al menos la dejadez no sea lo que lo deteriore. Porque no hay amores que sean en sí mismos eternos, amar es cuidar y eso es lo que tenemos que hacer.

Así, los pilares fundamentales de una relación duradera son: la admiración, la concepción de la pareja como un equipo, el conocimiento profundo del otro, el aprendizaje ante las dificultades y la búsqueda conjunta de soluciones para los problemas y la puesta en común de los desencuentros y encuentros.


Se trata, por tanto, de trabajar la capacidad de comprendernos, aceptarnos y cuidarnos. Por que al fin y al cabo amar es cuidar, algo simple y profundo a la vez

lunes, 25 de febrero de 2019

No te quiero como antes.

Las personas cambiamos tanto que, después de algún tiempo, somos otros. Si la pareja dura lo suficiente, ¿no implica que estaremos en algún momento con alguien distinto de aquel que elegimos?

Está claro que, para que una pareja pueda perdurar en el tiempo y continuar siendo satisfactoria para aquellos que la componen, debe adaptarse a los cambios de cada uno de ellos.

Pensar que una pareja puede funcionar del mismo modo cuando estamos recién casados y tenemos 25 años que cuando tenemos 40 y unos cuantos niños, o que cuando tenemos 60 y los hijos ya han dejado el hogar, es una ingenuidad.
Lo mismo vale para otras parejas que siguen una trayectoria menos tradicional que la que acabo de describir. Aunque nunca convivas, aunque nunca tengas hijos, aunque haya una considerable diferencia de edad entre ambos, aunque vivamos en extremos opuestos del planeta y nos veamos la mayoría de las veces a través de un ordenador… aun así, las modificaciones internas de uno y otro demandarán que la pareja se ajuste a ello. Si la pareja no se adapta, se volverá tóxica.

RELACIONES TORMENTOSAS

Tipos de familias tóxicas (y cómo lidiar con ellas)
Si vuestro amor no ha cambiado en nada... puede ser un problema
Tal vez ese sea un signo de las parejas disfuncionales: que son siempre iguales. Siempre idénticas a sí mismas: se repiten las mismas conversaciones y las eternas discusiones una y otra vez, casi calcadas. Los propios integrantes de esas parejas lo expresan en sus quejas: “¡Siempre lo mismo contigo!”, “¡No hay vez que tú no…!”.
La pareja requiere cambiar… ¿pero cómo? Lo primero es dejar de poner palos en la rueda a los cambios que se producen de forma natural. Muchas veces, cuando percibimos cualquier tendencia hacia un nuevo modo, lo interpretamos como una amenaza o un desamor: “es que las cosas ya no son como antes”, decimos; “Es que tú ya no me quieres como cuando nos conocimos”. Y, en general, es cierto, las cosas no son como antes, ni nos quieren como entonces. Pero eso no significa necesariamente un empeoramiento, tan solo un cambio.
Estos cambios implican que, eventualmente, perderemos aquella pareja que tuvimos y que nos gustaba tanto. Es duro. El hecho de que la nueva pareja que habremos de conformar pueda ser “mejor” o “más satisfactoria” que la anterior no borra el dolor de la pérdida. Si queremos una relación que haga lugar a nuestro crecimiento, tendremos que estar dispuestos a pasar por el dolor de perder un poco lo que fue.

ENTENDER EL DUELO Y SUS FASES
Cómo aceptar una pérdida: reflexiones para superarla

Sin embargo, no sirve con dejar el cambio a su libre evolución; es necesario canalizarlo para conducirlo hacia un modo de vínculo que nos resulte tanto gratificante como enriquecedor. El modo de hacer esto es actualizar, con cierta regularidad, el “contrato” de la pareja.
¿Cómo es vuestro acuerdo de pareja?
Cada pareja está sostenida sobre una especie de contrato (muchas de cuyas cláusulas son explícitas y otras muchas, tácitas) que establece qué es lo que cada uno aportará a su compañero y a la pareja y también qué es lo que se puede esperar del otro. Algunos de los acuerdos de este contrato son fundamentales, pues de modificarse alteran radicalmente el modo de vida de una pareja, otros son menos trascendentes pero cuando están desajustados provocan fricciones cotidianas que acaban por deteriorar una pareja.
Poner estos acuerdos tranquilamente sobre la mesa y discutirlos de una forma abierta es la piedra fundamental de la reestructuración necesaria para una pareja que pretende perdurar en el tiempo. Es importante remarcar que cualquier acuerdo, por más que haya sido aceptado por ambos en algún momento, o que hayan vivido así durante mucho tiempo, puede ser revisado.
Si, frente a la inquietud de nuestra pareja, sostenemos: “Así lo habíamos acordado, así que ahora te aguantas”, no haremos más que empujar al otro a que guarde su malestar en un cajón pero seguirá estando allí produciendo incomodidad e insatisfacción.
Como resultado de esta “inspección”, volveremos a renovar algunos de los acuerdos que teníamos, revisaremos o modificaremos otros y aun otros serán rechazados. Es muy posible que esto nos lleve a un nuevo modelo de pareja. Uno que, tal vez, nos hubiera parecido imposible o inaudito cuando empezamos la relación pero que, si lo miramos desprejuiciadamente, tal vez se adapte mejor a lo que ambos necesitamos en este momento.

Supera tu resistencia al cambio y ábrete a la novedad

El contrato de pareja: preguntas para sentar nuevas bases
¿Dónde viviremos? ¿En el centro de una gran ciudad, en las afueras? ¿En una casa, un apartamento? ¿Viviremos juntos? ¿Dormiremos en la misma habitación? ¿En la misma cama?
¿Cómo manejaremos nuestra economía? ¿Trabajaremos ambos? ¿En igual medida? ¿Tendremos economías separadas o compartidas? ¿Consensuaremos los gastos… y cuáles? ¿Qué haremos si uno gana más que el otro?
¿Qué ideas tenemos hoy acerca de la sexualidad? ¿Qué acuerdo tenemos respecto de la fidelidad? ¿Querríamos tener un acuerdo distinto? ¿Qué actividades son exclusivas? ¿Qué prácticas están consentidas en la pareja? ¿Estamos conformes con ello?
¿Qué necesidades emocionales sentimos insatisfechas? ¿Qué espero de ti que hagas respecto a ello? ¿Puedes hacerlo o estoy pidiendo algo que no tienes para dar?

¿Cuánto tiempo compartimos? ¿En qué ámbitos? ¿En qué cosas queremos acompañarnos, en cuáles no? ¿Cuáles son los espacios personales que cada uno quiere tener?

miércoles, 20 de febrero de 2019

A muchos les cuesta creer, pero lo cierto es que existen cierto tipo de personas que solo hacen mal a nuestra vida, pero que nos cuesta aceptar alejarnos de ellas.
Es cierto que cada persona tiene que aportarnos algo en esta vida, pero muchas de ellas solo aportan energía negativa que no te deje realizarte plenamente.
Nosotros te queremos ayudar y por ello te daremos a conocer cuales son las cuatro personas que debes alejar de tu vida inmediatamente, mantén cierta distancia con ellos o si se te hace más fácil, mantén un acceso restringido.
Personas que nos mienten continuamente
Nadie está a salvo de decir una mentira, pero estamos consientes de que hay mentiras de mentiras, algunas con mayores consecuencias que otras, pero quien opta por adoptar la mentira como hábito es muy difícil que se desprenda de ella. Así que aléjate de las personas que con frecuencia te mienten.
Personas que nos irrespetan
Si estás junto a una persona que no te muestras ni el mínimo respeto, es momento de que te alejes de ella, no va a cambiar y en definitiva no aporta nada bueno a nuestra vida.
Quien nos irrespeta no nos merece, nos hace daño y algo terrible que comúnmente ocurre y que debe llamar la atención, es que cuando se habla de irrespeto, éste siempre va a más, por lo general el respeto se pierde a lo largo del tiempo y el mal manejo de esa conducta hace que la situación cada vez sea peor.
Personas que nos utilicen
Es un hecho de que todos necesitamos de todos, no podemos hacer todo en esta vida por nosotros solos. Pero hay personas que solo nos buscan para poder satisfacer alguna necesidad, ser proveedores de algo o facilitarle la vida a los demás. Quien dice querernos, pero ese afecto va relacionado con lo que podemos hacer por esa persona, debe aprender a apreciarnos por lo que somos.
Personas que no nos valoren

Cuesta aceptarlo, pero muchas personas que tenemos a nuestro alrededor no nos valoran. Las personas a nuestro alrededor deben sentirse afortunados porque de alguna manera compartimos algo de lo que somos y de lo que es nuestra vida en general con ellos. Quien no sepa darnos valor, sino por el contrario nos lleve a menos, no debería tener mayor acceso a lo que es nuestra vida.